Santa María Magdalena

Celebración: 22 de julio (La Malenilla) y primer domingo de agosto (fiestas patronales).

María fue una distinguida discípula de Jesús en los Evangelios de la Biblia cristiana. Era hermana de Marta y Lázaro, y fue testigo de las dos resurrecciones que se narran en estos textos: la de su hermano y la del propio Mesías. Su sobrenombre "Magdala" hace referencia a la ciudad de donde venían los hermanos antes de trasladarse a Betania debido a la enfermedad de Lázaro.

Según cuenta en la Legenda aurea Santiago de la Vorágine, María Magdalena llegó a la costa de la Provenza para predicar el mensaje de Jesús tras su resurrección.

Imagen de Santa María Magdalena en la iglesia de Huertapelayo


En Huertapelayo encontramos un mito sobre cómo llego al pueblo:

Un año se celebraba una boda en otro pequeño núcleo urbano a escasos metros de Villaseco, se lo conoce como Los Casaricios por este hecho, el nombre concreto no se sabe. Según cuenta la leyenda, una víbora cayó al caldero donde se guisaba toda la comida envenenándola toda y así pereciendo todos los habitantes de ambas aldeas. Los pelayos y armalloneros decidieron repartirse el legado de los desaparecidos quedándose Armallones con la figura de Santa María Magdalena y Huertapelayo con las dos campanas. 

No tardó en hacerse el milagro, pues al día siguiente la imagen sagrada apareció a la orilla del arroyo que cruza el pueblo. Este hecho se sucedió unas cuantas veces ya que la llevaban de vuelta a Armallones, hasta que los habitantes de éste decidieron dejársela a los pelayos porque María Magdalena quería estar con sus dos campanas y la encontraban en la ribera bebiendo agua para descansar del supuesto viaje. Los armalloneros crearon así esta estrofa:

Magdalena bendita,
pimpollo de oro,
no merece Pelayo
tan buen tesoro.

Según el artículo de María Ángeles Roque en la revista especializada en folklore de la Fundación Joaquín Díaz, estos acontecimientos eran creados para crear un trato sagrado y civil regulados por las ermitas en los lugares despoblados. 

En estas leyendas reside el eco del tan remoto origen de la cultura celtibérica. Las matres, en este caso, son la relación con la santa. Las matres eran representadas en tríadas, así como la santa con sus dos campanas, siendo símbolos de la fecundidad humana. Esto nos hace recordar también a la triple diosa de la tradición wicca. La matre aparece como encarnación de la ley -en este caso: legitimación del territorio (y como la muerte: en este caso como acontecimiento que desencadena la leyenda)-. 

Esta tradición toma forma con el paso del tiempo hasta convertirse en las leyendas de las viejas donantes. Estos mitos explican que un pueblo celebra una boda y no invitan a una anciana por considerarla maligna. La mujer con rencor envenena las aguas o las fuentes que representan la vida segando así la vida de todo el pueblo. En estas historias se popularizó el uso de una salamanquesa como la causa del envenenamiento de las aguas, siendo éste un reptil considerado como alquímico en la tradición medieval y por sus connotaciones nigrománticas (resucitar a los muertos mediante magia negra). En Huertapelayo lo lógico es que se utilice a la víbora como reptil maligno, ya que es el más venenoso y es temido por su picadura en ocasiones mortal para niños, ancianos y mascotas.

Las matres también tienen relación con la diosa Diana en el sentido de hada nocturna tomando forma de divinidad encargada de los asuntos de fertilidad, la noche, la muerte y los espíritus, algo que en el pueblo de Huertapelayo está muy arraigado hasta bien entrado el siglo XX.

También se torna en costumbre en componer una copla para la figura sagrada requerida, así como supuestamente hicieron los armalloneros.

Estas leyendas son frecuentes en las historias de algunas vírgenes de Burgos, La Rioja y Soria, zonas que han tenido influencia celtibérica al ser habitadas por éstos. Lo curioso del caso de Huertapelayo es que la divinidad es una santa y no una virgen como es costumbre. Actualmente por algunos descubrimientos historiográficos se ha descubierto que María Magdalena también es símbolo de maternidad y fertilidad, además de no considerarse tan inmaculada con la Virgen María, identificándose más con este lado oscuro de las matres.

El estado actual de las reliquias de esta leyenda es el siguiente: en la Guerra Civil Española (1936 - 1939) todo lo de la iglesia parroquial fue quemado por una tropa del bando republicano capitaneada por un alto mando que posteriormente se cambió al bando sublevado. Sólo se salvó el retablo, un San Antonio y una de las campanas de esta leyenda con la cual se puede datar el origen de la imagen de la santa. María Magdalena fue decapitada y quemada. A la imagen se la sustituyó con otra nueva, pero resultó ser una virgen y el pueblo la anuló y la colocó en el retablo como la Virgen María. Se encargó hacer otra que resultó ser casi similar que la auténtica imagen, la cual es muy parecida a la María Magdalena del pueblo toledano de Villamuelas.

En la campana que queda se puede leer: 
Et berbvm caro factvm es / anom 1316 (o 1319) / Sancta Maria Magdalean” y “Ece crvcen Domini / Partes ad berse / vici leo / de trivm davidis

Viene a ser un escrito incompleto a caballo entre el latín y el castellano que viene de la frase: "Ecce crucem Domini, fugite partes adverse, vicit Leo de Tribu Juba, Radix David, Alleluya" que en castellano sería "Esta cruz del Señor, expulsa todo el mal. Vence el León de la tribu de Judá, raíz de David. Aleluya", siendo el león de Judá: Jesús. Por otro lado "Et berbvm caro factvm es" es la forma evolucionada hacia el castellano de "Et Verbum caro factum est" que significa "Y la Palabra se hizo carne/hombre".

Además se incorporó otra campana más pequeña en memoria de la antigua destruida que tiene planchado “Se fundió en Sigüenza por Francisco Colina y hermanos siendo cura párroco don Prudencio Taberner, alcalde don Ceferino Salmerón y año de 1923”. Esto demostraría que la segunda campana no fue destruida en la Guerra Civil Española como algunos creen, sino en alguna otra anterior, quizás en la Guerra de la Independencia Española, ya que su datación es anterior. 

Cabe destacar que en la actual frontera de Armallones y Huertapelayo se destaca una recta que pasa entre las ruinas de Villaseco -perteneciente al término municipal de Armallones- y entre las ruinas de Los Casaricios (perteneciente al territorio de Huertapelayo que es del término municipal de Zaorejas).

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