Ruta de Pelayo

  Ruta accesible.
Tiempo: 1 hora.


La ruta comenzará desde la entrada del pueblo, en la Avenida de la Asociación / Calle Huerto Largo. Al oeste del comienzo de esta calle encontramos el Barranco, más concretamente El Chompo.


Punto 1:
El Chompo es una parte del Barranco de Pelayo que se caracteriza por su bajada empinada y algo serpenteada por ambas riberas y que las comunica un mero puente de dos tabillas. Destaca por ser un elemento paisajístico algo pintoresco.

Avanzando un poco calle abajo, encontramos los siguientes recursos a comprender.

Punto 2:
Es el centro social del pueblo, más conocido como Las Escuelas. Aquí se celebran algunas comidas durante alguna festividad o reunión social del pueblo. También funciona como centro de actividades lúdicas para los niños durante las fiestas patronales y alberga una galería fotográfica sobre los pelayos y la vida de antaño. 

Antiguamente era el colegio del pueblo, pero debido al éxodo rural quedó en desuso y en estado de ruina. Con el paso del tiempo, se terminó derrumbando y creando un edificio diáfano que es el que conocemos hoy en día.

Punto 3:
En la fachada de Las Escuelas encontramos la Piedra Escrita. Es una estela funeraria que demuestra que la gente de esta tierra era bastante consecuente con el prójimo es la Piedra Escrita, encontrada en las cercanías del núcleo urbano de Huertapelayo. En ella se puede leer lo siguiente:

Interpretación al castellano: Licinio Maternos, a los 32 años.


Fotografía por Najim Ouled


Además, cuando se construyó la carretera que lleva hasta el pueblo y pasa cerca de esta epitafio funerario, se encontraron varios cráneos. Es posible que en dicho lugar hubiese una necrópolis romana.

Éste (huerta-pelayo.blogspot.com.es) es el primer lugar donde se registra el significado de la Piedra Escrita y que da indicios de un posible yacimiento arqueológico referido a una necrópolis dentro del término local de Huertapelayo. Es por ello que se pide desde aquí un respeto a los restos que se puedan encontrar en contra del espolio y una reclamación de ayuda a investigadores y arqueólogos que puedan aportar algo ayuda y luz a la historia de Hispania.

Si bajamos la calle y tomamos la curva que va hacia la izquierda, la calzada nos conducirá hasta el Barranco.

Punto 4: 
El Barranco es la grieta central de la localidad que divide a ésta en dos mitades: la este y la oeste. Esta última era el asentamiento original de Huertapelayo, pero se fue espandiendo hacia la orilla este construyendo grandes casas de campo y pajares, debido a sus cercanías con las eras. Éstas acabarían transformándose en las viviendas que podemos contemplar hoy en día. 

Por el Barranco discurre el arroyo de la Vega, en el cual antiguamente se hacía la colada que necesitaba agua fría. Hoy en día se sigue utilizando para recoger su agua de la fuente en botijos y realizar un consumo casero.




Fotografía por Najim Ouled

Siguiendo en nuestro camino, a escasos metros, encontraremos un puente de madera.

Punto 5: 
El Puente Viejo fue el primer puente Pelayo. Desde él se puede contemplar la parte norte del Barranco, la más pintoresca, mientras que en la parte sur se puede ver, tras un remanso, cómo éste cae en vertical siguiendo su curso hacia el río Tajo. 

Hoy en día, los vecinos dejan el pan que se queda duro en unas bolsas atadas a las verjas del puente para que el que quiera pueda dar de comer a los patos.


Fotografía por Juan José Estrada

Siguiendo con nuestra ruta subimos hasta la Plaza del Tesillo, y de aquí subimos hasta la parte más alta de la calle de la izquierda, sin tomar ninguno de los sentidos de la bifurcación.

Punto 6:
Encontramos la casa de José, una construcción de fachada blanca que aparentemente es una vivienda como las demás, pero en el detalle esconde el secreto. Nos encontramos ante la Primera Iglesia de Pelayo, por la cual en el año 1744 se solicitó la construcción de una nueva debido al crecimiento que había sufrido la población. 

Esto se sabe debido a los elementos arquitectónicos que aún conserva la fachada sur.

  

Fotografías por Najim Ouled

El primer símbolo es una Cruz de la Consagración. Este símbolo seguramente fue creado durante la ceremonia en la que se consagró el edificio.

El segundo elemento es la mitad de un arco con una cruz sobre su cúspide. Esto indica que seguramente fuese esa la entrada a la antigua iglesia, hoy dividida entre diversas propiedades particulares.

Si tomamos el camino derecho de la bifurcación anteriormente mencionada, llegaremos al Camino de los Toriles, donde encontraremos la casa de Ceferino y Engracia. Éste fue un importante alcalde a principios del siglo XX, y ella recibió el la despedida funeraria más multitudinaria de la historia del pueblo (como podréis leer en la Edad Contemporánea pelaya). Más adelante, una gran cuesta empinada que baja hasta una de las plazas neurálgicas de Huertapelayo: la plaza del Ayuntamiento.


Fotografía por Juan José Estrada

Punto 7:
La plaza del Ayuntamiento o de la Iglesia es un gran espacio diáfano, aunque antiguamente no era así, pues había una casa casi en mitad de ésta. 

Aquí podemos encontrar la llamativa casa de Clara con su fachada de piedra con un estilo nobiliario. También una gran escalera que conduce a la puerta del Ayuntamiento, que en las fiestas o en los partidos de frontenis, hacen también de gradas. También funciona como pista de baile durante las fiestas o como cine de verano al término de éstas. 

Hoy el Ayuntamiento funciona como edificio administrativo de la Asociación de Hijos y Simpatizantes de Huertapelayo, ya que el pueblo se convirtió en la década de 1970 en una pedanía de Zaorejas debido a su escaso número de habitantes. Antiguamente también funcionaba como cárcel.

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Fotografía de mispueblos.es

Toda la plaza del Ayuntamiento funciona como espacio habilitado para jugar al frontón (o pelota vasca) o el frontenis. Curiosamente la fachada de la Iglesia del pueblo es parte de la pista, sirviendo como pared donde rebotan las pelotas. Esto es debido al poco espacio físico del que dispone Pelayo. 


Fotografía por Najim Ouled

Punto 8:
La Iglesia de Santa María Magdalena es otro de los puntos más importantes de Huertapelayo. Fue construida en el siglo XVIII debido al poco espacio que proporcionaba la primera ante el crecimiento de la población. Fue construida sobre el antiguo cementerio. Las antiguas Escuelas se construyeron también detrás de esta nueva iglesia.


Como el pueblo contaba con un espacio escaso, los pelayos eran enterrados bajo el suelo de la misma iglesia. Las familias se sentaban durante los sermones sobre las tumbas de sus antepasados, pasándose el sitio de generación en generación, de ahí viene la frase "guardar sepultura" cuando un pelayo se sienta en el mismo sitio en el que lo han hecho todos sus ancestros, porque debajo de sus pies están éstos. 



Con la invasión napoleónica durante la Guerra de la Independencia Española y bajo el reinado de José Bonaparte, se prohibió que la gente se enterrase en las iglesias por motivos de salud, por lo que los pelayos tuvieron que buscar otro sitio donde hacer un nuevo cementerio, que es el que perdura hasta nuestros días. Hoy en día, a los pies del retablo detrás del altar, se pueden ver unos escalones de piedra del suelo original de la iglesia, el resto está embaldosado.



Para la nueva iglesia se mandó construir un retablo bastante laborioso de estilo barroco. Éste, junto con la imagen de San Antonio, son los únicos elementos originales que se conservan de la Iglesia. 



Seguramente los franceses con sus nuevas ideas ilustradas, quemaron alguna cosa que otra en este templo, pues se dice que la imagen de María Magdalena venía acompañada de dos campanas, de las que hoy solamente queda una. La versión más popular es que la que falta fue destruida durante la Guerra Civil Española, pero esto no es posible, ya que una data de 1316 o 1319 y la otra de 1923, antes del conflicto entre españoles; es por esto que me inclino a pensar en que fue destruida por los franceses.



Fotografía por Najim Ouled

No obstante, durante la Guerra Civil Española se quemó todo lo que había en la iglesia, quedando solo San Antonio y el retablo. Lamentablemente la auténtica figura de María Magdalena fue decapitada y arrojada al fuego; aún así, la nueva imagen de ella despierta tanta devoción o más que la antigua, convirtiéndola a esta en una pieza bastante especial y mística. 

Frente a la puerta de la iglesia a principios de la década de 1990 había un gran olmo, pero debido a una epidemia de grafiosis que afectaba a esta especie, hubo que talarlo.

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Fotografía de revistasolana.es

Hablando de olmos, volvemos dirección sur, hacia la Plaza del Tesillo para encontrarnos con la Plaza del Olmo.

Punto 9: 
La Plaza del Olmo o de la Fuente es el centro propio del pueblo. Está presidida por un gran olmo, plantado por el alcalde Pedro Martínez junto con otros cuatro más. En torno a él, los pelayos se reúnen cada año en una cena de hermandad con motivo de las fiestas patronales de Santa María Magdalena. También es aquí donde se realiza la quema del Judas en Semana Santa. 

A sus pies se encuentra una fuente sencilla y pintoresca diseñada por Francisco Javier Estrada y construida por Máximo Portillo y Simón Martínez. Esta tiene tres bocas y vierte agua potable en sus tres cuencas.


Fotografía por Najim Ouled

La parte oeste de la plaza da al bar (Bar de la Juventud), donde se realizan las reuniones ordinarias de la Asociación, y sobre él se sitúa el balcón del ayuntamiento y el reloj, desde donde se da el pregón de las fiestas patronales a todos los pelayos.


Fotografías por Juan José Estrada



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